Medidas paterno-filiales
Duración del uso de la vivienda en propiedad exclusiva

En los casos de separación o divorcio, una de las cuestiones más delicadas suele ser qué pasa con la vivienda familiar, sobre todo cuando hay hijos menores y la casa es propiedad exclusiva de uno de los progenitores. En este caso, ambos padres compartían la custodia de sus hijos, alternándose por semanas, pero la vivienda era solo de uno de ellos.
En un primer momento, el juzgado decidió que la madre, que no era la propietaria, podía seguir usando la vivienda junto con los hijos, sin poner un límite de tiempo. Sin embargo, el padre, que sí era el dueño, recurrió esta decisión porque consideraba injusto que la madre pudiera quedarse en la casa hasta que los hijos fueran mayores de edad, sobre todo teniendo en cuenta que ella tenía recursos y otras opciones de vivienda.
La Audiencia Provincial le dio la razón en parte y fijó como límite la mayoría de edad del hijo menor, pero el caso llegó hasta el Tribunal Supremo (TS). Finalmente, el TS ha decidido que no es justo que la madre pueda usar la vivienda durante tantos años si tiene alternativas, y ha fijado un plazo de dos años desde la sentencia para que la madre y los hijos vivan allí. Pasado ese tiempo, la casa debe quedar a disposición del padre, que es el propietario. Así, se busca un equilibrio entre proteger a los hijos y respetar el derecho de propiedad del progenitor titular.
En controversias respecto a la vivienda familiar tras la crisis familiar o durante y después de la tramitación de un proceso de familia nuestros profesionales le proporcionarán la oportuna asistencia legal y emprenderán las actuaciones que en su caso correspondan